UNA NUEVA VIDA / PISCIFACTORIA VALLE DE IRUELAS

La piscifactoría

MARTÍN LUCAS, J.M. (2.005). “Las Juntas, cultura piscícola de El Valle de Iruelas”. Ed. Asociación Cultural “Puente Pasil”. El Tiemblo (Ávila). Diciembre del 2.005. Boletín nº10: Pp.7-10.La pesca, pasatiempo y  aprovechamiento a la vez, se convierte para ciertos aficionados en verdadera  pasión. A menudo, en primavera, es fácil ver al intrépido pescador indiferente a cuanto pasa en torno suyo, silencioso, mudando de posición incesantemente, sacando a cada momento el sedal para cebarlo de nuevo, esperanzado siempre, a  pesar de sus continuos desengaños, y olvidando fácilmente todos los sinsabores al acercarse la más ínfima presa.En la garganta Iruelas, corriente de agua rápida y torrencial, de inclinada pendiente, y cortada por rocas, se pesca la trucha común (Salmo trutta fario) que espera en acecho del alimento que pasa o, furiosa, no solo salta sobre lo que flota en el agua sino que sale de ella para atrapar algún insecto.Fig. 1 LocalizaciónEn estrecha relación con este uso se desarrolló, tras la Guerra Civil, la piscicultura del Valle de Iruelas. Arte que se remonta a la época los romanos cuando construían piscinas, canales y viveros en los que recogían los peces más delicados para poblar después lagos y otras aguas. Los romanos conquistadores transmitieron a los vencidos galos y germanos el arte de multiplicar los peces en vivero y, en la Edad Media, reyes y príncipes tenían el los jardines de sus palacios estanques en los que criaban todo tipo de peces. Lo mismo hacían las comunidades religiosas, hasta tal punto que fue un fraile del convento se Reom, cerca de Montarad, Côte d’Or, quien ideó a principios del Siglo XV la fecundación artificial para acrecentar la producción de peces.En el cauce de la garganta mencionada funcionaron hasta hace poco tres piscifactorías dedicadas tradicionalmente al cultivo intensivo de truchas. Dos de ellas, en plena actividad hasta 1989, eran alquiladas por el Asocio a particulares para la comercialización como pescado de gran calidad culinaria. En Las Juntas se encuentra la tercera de ellas, gestionada por la Junta de Castilla y León, se destinaba a producir alevines con los que recuperar las poblaciones piscícolas de la provincia. Se empezó a construir en 1936 y por aquella época el “tío Vicente”, piscicultor de estas instalaciones y Guarda de Iruelas capturaba con garlito, caña de bambú y esparavel reproductores salvajes de trucha común de la propia garganta para su desove. Posteriormente se sembraba el lecho del río con huevos embrionados o bien con alevines de pocos días.En los años 60 su aprovechamiento piscícola de Las Juntas estaba orientado, dentro del Plan General del Servicio de Pesca Continental[1], a la obtención de 2 millones de huevos, parte de los cuales se destinaban a repoblaciones con huevos embrionados y el resto se transformaba en jaramugos de 4cm y unos 250.000 jaramugos de 8-10cm para su vertido en los ríos en épocas oportunas. Existían además 2.500 reproductores.El caudal de agua que alimentaba a este centro ictiológico procedía de la Garganta de Iruelas, conformada en el lugar de Las Juntas por reunión de tres arroyos tributarios: Castañarejo que desciende del collado situado entre los cerros del Pozo y de la Piña, la Garganta de Candeleda que nace en el Puerto de Casillas y la de Helecharones que nace entre El Berrueco y La Escusa. A partir de su reunión se podría quizá justificar la partícula iru- “tres” que pone el nombre al Valle por el que discurre, posiblemente colonizado por vascos, como otros pueblos y lugares de la provincia: Mingorría, etc.Dicho caudal se derivaba mediante dos presas hasta la entrada de las instalaciones: una parte se hacía circular a través de un filtro de grava y arena para después alimentar las pilas de incubación. El resto llegaba directamente a un grupo de estanques que, por la disposición en ladera donde se encuentran enclavados, quedan escalonados, permitían que las aguas vertidas de los mismos descendieran en cascada para poder ser aprovechadas, una vez reoxigenadas convenientemente, en lo estanques inferiores.En la línea de producción, dentro del laboratorio, contaba con docena y media de pilas dobles donde tenía lugar la incubación de huevos, nacimiento de alevines y estancia en las mismas durante la fase de reabsorción de vesícula y primera alimentación.Fig. 2 Detalle de pila de incubación y  disposición de las pilas en el laboratorioPara realizar cuantas clasificaciones fueran necesarias y acomodación a las diferentes densidades de población, alimentación, posibilidades de tratamiento de enfermedades, etc. se estableció una batería de 8 pilas dobles rectangulares de 9,7 de longitud x 1m de anchura x  45 cm de profundidad  para alevianje y jaramugos de 1 ó 2 meses.

En  plano inferior se establecieron baterías de 9 estanques circulares de 4,9 m de diámetro y un estanque elicircular de 13 m de lago por 4 de ancho.Para los reproductores existían 8 pilas de 35m de longitud por 1,5m de anchura que también podían ser utilizadas para otros individuos según las necesidades.Antes de verter las aguas que habían circulado por  todo este entramado circulaban dentro de una balsa de decantación.Fig. 3 Disposición en planta de la infraestructura piscícola de Las JuntasEn las tres piscifactorías antes mencionadas el factor fundamental que ha provocado el cierre ha sido la falta de agua  suficiente en la garganta, provocado por la modificación de la cubierta vegetal tras los incendios acaecidos y por la severa sequía que ha sufrido nuestro país en los últimos años. Sin embargo, en los tiempos que corren y en el marco de un Espacio Natural Protegido en que se sitúa “Las Juntas”, estas instalaciones deberían considerarse como un capital cuyas rentas deberían posibilitar la investigación y educación ambiental en este Espacio.


[1] Suprimido por el ICONA tras su creación por Decreto-Ley 17/1971 de 28 de Octubre